Las mantitas de exterior de Carmela Martí hacen que tu terraza sea el mejor plan, incluso con frío
Se han convertido en el elemento perfecto para que los clientes disfruten del aire libre todo el año, ya que las mantitas de exterior aportan calidez, confort y un efecto “hogar”.
El otoño ya está aquí; los días acortan y las temperaturas comienzan a bajar. Pero ¡no significa nos recluyamos! Podemos seguir aprovechando las terrazas, sobre todo, en lugares privilegiados como el Mediterráneo. ¿El secreto? Las mantitas de exterior, que se convierten en las mejores aliadas de cualquier espacio al aire libre de un establecimiento hostelero. Si los clientes están a gusto, se quedan, y una manta suave puede ser justo lo que necesitan.
En Carmela Martí llevamos tiempo comprobando cómo este pequeño detalle transforma por completo las terrazas. Las mantitas de exterior y los plaids aportan calidez, confort y ese efecto “hogar” que invita a quedarse un rato más, incluso si nos encontramos en pleno invierno.
Lo mejor de todo es que no se requieren de grandes cambios. Basta con elegir mantitas en tonos neutros como piedra, beige o gris suave para integrarlas fácilmente en la decoración. Si además se combinan con cojines mullidos en colores cálidos —ocres, terracotas o mostazas, que son tendencia—, el resultado es una terraza acogedora y con mucho estilo.
Terrazas todo el año
¿Qué pasa si el establecimiento quiere ir un paso más allá? En Carmela Martí podemos personalizar las mantitas de exterior con el logo o los colores que formen parte de su identidad corporativa. Es un elemento sencillo, pero marca sobremanera la diferencia. Refuerza la imagen de marca y convierte la terraza en ese lugar que todos quieren fotografiar.
Por ello, las mantitas también son para cuidar a los clientes, para invitarles a saborear el momento y para hacer que la terraza funcione todo el año. Desde Carmela Martí ayudamos a este propósito. Para ello, tenemos una amplia colección de mantas y plaids pensadas para el aire libre, con tejidos resistentes al uso exterior y con un tacto que sorprende, siempre con las mejores calidades.
Porque aunque llegue el frío, también existe ese punto cálido. Solo se necesita una mantita de exterior para seguir disfrutando de la terraza.





